El 15 de octubre del año pasado fue un día muy intenso. Muy rara vez hago dos bodas el mismo día, pero en este caso, tratándose de las dos bodas que eran, no me podía apetecer más trabajar, sabía que las dos iban a ser preciosas y además, en ambos casos, iba a trabajar entre amigos, no hay nada mejor.
Una de las bodas que hice fue la de Lucía y Fran, Lucía es sobrina de mi hermana, la conozco desde hace muchos años y cuando me llamó para hacerle su reportaje, me hizo muchísima ilusión.
En esta boda éramos tres los que hacíamos doblete, también estaba el diseñador Marcos Luengo, con un vestido sorprendente, muy limpio y con una espalda de escándalo y también coincidí con Flores el Invernadero, con un trabajo muy diferente, muy cuidado y con especial mimo en la iluminación.
El maquillaje de Lucía era de Lorena Carbajal, con la que comparto un montón de momentos a lo largo de la temporada de bodas y de la peluquería se ocupó Ana, de Las horquillas de Anita, una incondicional de la novia y su familia.
Maria José, la madre de Lucía, también llevaba un diseño precioso de Marcos Luengo.
Cómo me gusta ver una buena joya, sobre todo si es una pieza familiar con algo de sentido, o un regalo especial para ese día. Lucía llevaba rematando el velo, una pulsera y también unos pendientes de brillantes, todo de su abuela. Los pendientes, ya los había llevado su hermana Marta cuando se casó y a Lucía le encantó la idea de seguir la tradición.
La ceremonia fue en la Iglesia de La Corte, en Oviedo. Siempre recomiendo esta iglesia, tiene una salida amplia, a la sombra, con muchísimo espacio y como está un poco escondida no te encuentras ningún turista a la salida, están solamente los invitados de la boda. La salida de Oviedo desde allí para los autobuses, es buenísima y la iglesia por dentro es muy austera y perfecta para trabajar.
Fran se hizo el chaqué a medida con Plácido, en Oviedo. ¡Cómo se nota cuando hay un buen sastre por el medio!. Plácido mima a sus clientes de forma muy especial. A Fran le dio una sorpresa con la alusión a su equipo de fútbol en un bordado escondido en su chaqué.
Después, hicieron la celebración de la boda en El Balneario de Las Caldas, muy cerca de Oviedo, en un valle maravilloso.
Las mesas, decoración de El Invernadero, llevaban manteles de M viste tu mesa y papelería de Living las bodas.
El ramo de la novia fue para su prima Noemí. Todos los primos están muy unidos, son una piña, no hay más que verles en cada celebración que hace esta familia, cosas que solo consiguen los abuelos.
El baile, iluminado por Siapro en el salón de los espejos, fue una delicia para fotografiar y los novios no pudieron ser más espontáneos y naturales.
En el mismo salón, se montó todo para la actuación de Pequeño Club Imposible, un grupo de músicos incansables que sonaban de cine. Seguro que más de uno conoce a Pablo Moro, parte del grupo muy, muy recomendable para cualquier celebración.
Había más de una cara conocida en la boda, como Paula Ordovás, de Mypeeptoes , amiga de los novios.
El DJ y el photocall se montó en otro salón, allí estaban estas bellezas acompañadas de Pelayo, mis sobrinas María y Merce junto a la estupenda Pía, ¡pero qué listo eres, Pelayo!.
Fue una boda llena de gente joven, divertida y muy bonita. ¡Gracias Lucía y Fran por compartirla!, qué pena que pase todo tan rápido…
Mercedes Blanco 
Vivan los novios disfrutones!! una boda muy chula y un reportaje muy natural. Enhorabuena!!
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¡Muchas gracias! Fue una boda muy, muy divertida.
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