Analogía: making of

En pleno mes de Enero, cuando más frío hace, cuando los bosques en Asturias están más desangelados, cuando la luz es más azul que nunca, se nos ocurre plantear una sesión de comunión a un grupo de chiflados que solemos colaborar juntos a menudo.

La persona que dio forma a la sesión fue Patricia Ibarrondo, del blog De rosas y Baobabs. Buscó una estética inspirada en las películas del genio Tim Burton, con pinceladas a diferentes cuentos infantiles y los relatos de Poe con una mirada casi gótica. La idea era huir de la imagen esperada de una niña de comunión, darle un giro sorprendente, que rozara las historias de miedo. Nos guió a todos por un mismo camino y consiguió no desviarse ni un ápice, algo que le da unidad al tema y un sentido estético y de contenido enorme. Patricia fue una pieza esencial en el equipo, donde cada uno jugó un papel diferente.

Como modista estaba Nicolas Costura, del que parte la idea inicial de hacer una sesión de comunión.

Nicolás es una persona generosisísima, con ganas de trabajar, dispuesto a todo. Escogió una serie de vestidos alejados del clásico de comunión, en una línea romántica que encajaban perfectamente en el planteamiento de la sesión. Además de las novias, las comuniones es uno de los fuertes de este estupendo modista y las propuestas que presentó son diferentes y con la calidad y artesanía que él acostumbra a utilizar.

La peluquería la resolvió de forma magistral Ana Alvarez, de Las horquillas de Anita. Una profesional estupenda, que trabajó con muy pocos medios en una localización sin electricidad y con varios cambios de peinados, un más difícil todavía con el que Ana se manejó como pez en el agua. Fue una auténtica gozada compartir su entusiasmo, mil pruebas y consultas a lo largo de la preparación de la sesión. ¡Eso contagia!

El trabajo de Lorena Carbajal no era nada fácil de resolver. Se trataba de niñas, pero con un maquillaje muy elaborado. Pieles pálidas, casi enfermas, con mucha luz y rostros en los que apenas ellas se conocían. Muy complicado para Lorena, pero el resultado, como era de esperar, no pudo ser mejor.

Paula, de Tocados Le Touquet hizo dos propuestas muy arriesgadas. Una de ellas era una corona que caía por el pelo de Ana en cascada, con mucho volumen y muy favorecedora. El otro era la corona de Victoria, «la santa», a caballo entre la reina de corazones de Alicia y las atrevidas escenas de Dolce y Gabanna, dando a la imagen un toque completamente surrealista. Un concepto de tocados adaptados a la sesión, exagerados e inspiradores, como Paula nos tiene acostumbrados.

Los zapatos son de Mónica García. Nuestra idea era formar un equipo con profesionales asturianos y esta estupenda marca de zapatos, se fabrica en nuestra tierra. Con una calidad increíble, son la opción perfecta tanto para novia, invitada o incluso comunión, como planteamos en esta sesión. Aquí, se fabrican buenos zapatos de diseño.

Jose Valle, se encargó de la grabación y edición del vídeo. Jose es un auténtico profesional, perfeccionista como ninguno, muy buen técnico y con un ojo para encontrar la luz, que muy pocos tienen. Me gustó muchísimo ver el camino tan diferente que tomaron las fotos y el que tomó el vídeo, la forma en que dos profesionales tienen de ver un mismo proyecto. Mi conclusión es que yo parezco hombre y Jose mujer (va a matarme).

Y dejo para el final a las más importantes, nuestras modelos, Ana y Victoria. Dos bellezas muy diferentes y las dos espectaculares.

Miedo me daba trabajar con niños y la cosa se puso peor cuando Nicolás dijo que traía un perro, Deva. Solo de pensarlo me echaba a temblar. Estaba convencida del mayor de los caos y me preparé mentalmente para ello. Pero nada más lejos de la realidad.

Victoria y Ana fueron unas auténticas profesionales, no escuchamos ni una queja y las condiciones eran muy duras, con un frío tremendo y muchas horas. Aguantaron sets muy pesados, lentos y todo con buena cara y disfrutando en todo momento. Chicas, ¡sois las mejores!, ojalá volvamos a vernos en otra, lo habéis hecho genial.

Estos trabajos se disfrutan mucho, arrastran compañeros que convierten en amigos por el camino y una cosa muy importante, hacen que, en el momento que nos toca trabajar juntos en nuestra profesión, todo se mueva mejor, en un mismo sentido y fluyendo con facilidad. Yo, desde luego, disfruto mucho. Una buena experiencia. Seguro que habrá una próxima.

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